Según la fabula, el águila se renueva a si misma a través de un retiro largo y doloroso. Vuela alto a una montaña donde comenzaría su regeneración. Rompe su pico contra la pared, para que este crezca más fuerte. Una vez que ha crecido arranca sus frágiles garras para que las nuevas sean más fuertes. Y por último, se despoja de las pesadas plumas que ha cargado por largos años. Este proceso de regeneración dura apenas 50 días en esa montaña y para esta ave es necesario. Para mí y para muchos también lo es. Cada día el mundo se levanta para hacer funcionar el ajetreado circuito eléctrico de promesas de políticos, estrés del trabajo, exámenes de la universidad, compromisos sociales, etc. Cada persona es sometida a una cuota de actividades que consumen energía y tiempo. En algún momento debe haber un alto para pensar en uno mismo, ir a su propia baticueva y hacer una regeneración interna. Particularmente hablando, hice un alto y me di cuenta que necesito un descanso. No vacaciones del trabajo, sino más bien tiempo y espacio para mí solo en mi escondite secreto. Disfrutar con más calma lo que me gusta hacer sin importarle a nadie. Reflexionar y cambiar mis errores sin tomar en cuenta las criticas. Ser feliz con mis simplezas. Prometo políticamente a mis más allegados que me arrancare las garras y todo lo que sea necesario para ser más fuerte y más integro a fin de seguir en la carrera. Encontrare ese lugar, mi propio lugar.
PS: No estoy en casa, deja tu mensaje después del tono. Adiós.
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