Por fin encontré un escritor contemporáneo que me recuerda en cierto modo a Gustavo Adolfo Bécquer con su excéntrica literatura pero a la vez sencilla, concisa y profunda. He leído un par de relatos que mezclan la realidad con la ciencia ficción de un modo tan suave que hasta lo ficticio resulta posible y deseable. A simple vista se consideraría que tiene una afición por los gatos, la nieve y todo el país de Japón. Sin embargo, su literatura impregna el deseo de transmitir esas sencillas filosofías personales que posee acerca del amor, la felicidad, la soledad y la esencia del ser humano.
Me llamo mucho la atención uno de sus más famosos relatos, “En busca de la chica 100% perfecta una bella mañana de abril”, donde la tragedia se convierte en un suave trago y hasta dulce, como lo fue mi primera copa de Brugal Único, al que recomiendo probar a todo el que lea esto. Vale la pena. Y asimismo expresar lo siguiente: “Olvídense de Paulo Coelho y Gabo Garcia Márquez por un momento y aprecien la finísima prosa de Haruki mi gran amigo y hermano”. PS: Tan pronto encuentre un libro de Murakami lo voy a comprar, y hagan ustedes lo mismo…
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